Tirar del cable directamente sobre el suelo o utilizar rodillos puede disminuir significativamente la vida útil del cable debido a la fricción entre el cable y la superficie del suelo. Tirar y retraer continuamente el cable puede provocar roturas, lo que resulta en cortocircuitos, quemaduras de cables, daños en partes eléctricas y fallos del motor. Para mitigar estos riesgos, hemos desarrollado un sistema de poleas diseñado específicamente para sostener de manera segura el cable eléctrico, evitando posibles daños.
Nuestro sistema también incluye un limpiador de poleas que mantiene de manera efectiva una superficie limpia y libre de corrosión. Esta ingeniosa solución garantiza que la polea se mantenga en condiciones óptimas, incluso en los entornos más desafiantes.
Nuestras poleas están hechas de acero ZAM, un tipo de acero recubierto que proporciona una excelente resistencia a la corrosión.